Es una vergüenza, por decir lo menos, que esté pasando lo que en
varias columnas he denunciado, como es el hecho de que las bases de
datos de las diferentes entidades del Estado no se encuentren
sincronizadas y no sean confiables. Como lo he advertido, un ciudadano
puede ser una persona diferente según la base de datos que se consulte.
Puede tener una edad diferente o vivir en una dirección distinta –para
dar un ejemplo– según la base de datos que se consulte, y ahora, según
lo informó este diario el viernes, puede estar vivo, aunque ya no lo
esté.
No hay derecho a que se hayan detectado 190.000 afiliados repetidos
porque se ingresaron varias veces a la base de datos las mismas
personas, pero con errores ortográficos o equivocación en sus números de
cédula, lo que hace que para el sistema de información sean diferentes.
Este error se debe a la pésima calidad de los usuarios que ingresan
estos datos. Lo peor es que se podría saber quiénes fueron, obviamente
para despedirlos, si se les hiciera seguimiento a las bitácoras de las
bases, en las que se pueden detectar la hora, el usuario y el computador
del que se reportaron estas novedades con errores. Pero no se hace
nada.
Que a los colombianos las 89.000 personas muertas físicamente, pero
vivas digitalmente, nos estén costando 50.000 millones de pesos al año
por el pésimo manejo de las bases de datos de las entidades responsables
es un absurdo. Sobre todo cuando hay soluciones y procesos que se
pueden implementar para detectar estas anomalías. Lograr que sus bases
sean íntegras y confiables, actualizadas en tiempo real y en línea, le
va a costar al Estado mucho menos que la plata que se está perdiendo por
falta de control.
El Gobierno, ahora que hay un viceministerio en la cartera de TIC,
responsable de los sistemas del Estado, debe apresurarse a implementar
soluciones, como la administración de procesos de negocios (BPM en
inglés), que permitiría controlar estos monumentales y costosísimos
errores. Sus responsables deberían ser destituidos para así dar un
ejemplo. Y se debería empezar a hacer auditorías periódicas para
establecer la confiabilidad de la información contenida en ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario